El timeline de la boda.
Es uno de los elementos de más utilidad en la organización del evento.
De hecho, se considera de las más importantes, siendo una de las herramientas de más relevancia para las wedding planners y organizadoras de bodas.
El objetivo de este timeline es conocer cuáles son las actividades y los acontecimientos que se harán el día de la boda de forma cronológica, señalando, muchas veces, el encargado de cada cosa.
Sin embargo, son muchas veces en las que la pareja se obsesiona con este horario, intentando cumplirlo a rajatabla y perdiéndose, así, parte del día más especial de su vida.
En este post, os voy a comentar tres consejos para llevar a cabo un buen timeline de boda.
Definiré tres de los aspectos que se deben tener en cuenta en su elaboración y en su ejecución, para conseguir una boda sin estrés y muy especial.
No empecéis demasiado temprano
En el día vuestra boda, es muy habitual que decidáis hacer una infinidad de actividades.
Por esa misma razón, pensáis que no va a dar tiempo a todo, pero la realidad es que sí. ¡Hay tiempo para todo!
Os aconsejo que os relajéis en ese aspecto, ya que siempre da tiempo a hacer lo que habéis pensado.
No hace falta empezar la ceremonia muy temprano por miedo a que no se pueda llevar a cabo lo establecido en el timeline de la boda.
Así, basta con celebrar la boda un par de horas antes de que caiga el sol para que dé tiempo a todo.
Adelantar la hora a instantes dónde el calor se vuelve insoportable no es necesario.
Además, muchas veces, ¡menos es más!
No hay que sobrecargar la noche de actividades. Vuestros invitados y, sobre todo, vosotros, disfrutaréis más.
Dejad margen de maniobra
Para no contar con un timeline de boda muy estresante, es básico que no apretéis la agenda.
Obsesionarse con el tiempo y los horarios de la boda solo hará que no disfrutéis de vuestro día más especial.
Es habitual establecer unos horarios para, por ejemplo, los aperitivos, pero no os obsesionéis con el tiempo.
Sí, es importante tener un timeline de la boda bien definido para conocer el orden de los acontecimientos y estar un poco atento a los imprevistos que puedan surgir.
De esa forma, también se puede dar una solución lo más rápida posible ante algún que otro error.
Ahora bien, si tenéis previsto en vuestro timeline de la boda que queréis acabar los aperitivos a las 21:00 y empezar a cenar a la misma hora, es prácticamente imposible.
Lo mejor es dejar un margen de maniobra de unos 15 o 20 minutos para cada cambio de “escenario”, hablando coloquialmente.
Eso también será de ayuda para paséis algo de tiempo juntos y podais descansar del ajetreo que tiene estar con los invitados.
Tenéis que ser conscientes de que el día de vuestra boda estaréis solos y juntos en contadas ocasiones, y, esas ocasiones, hay que aprovecharlas al máximo porque valen oro.
Please, no olvidéis la luz
Uno de los aspectos básicos en la fotografía es la luz.
Para obtener fotos de la mayor calidad posible se necesita una muy buena luz, y si es natural, mejor.
Este es uno de los consejos más importantes a tener en consideración al elaborar el timeline de la boda.
Con esto os quiero decir que hay que tenerla en cuenta en el momento de establecer la hora ceremonia.
Tanto es así, que si, por ejemplo, organizáis una ceremonia a las siete de la tarde en septiembre implicará que, con la duración habitual de la misma, terminará sobre las ocho de la tarde.
A esa hora, empieza a caer la noche y la luz que quedará no es la idónea para hacer las fotos tras el enlace o las fotos del aperitivo, antes del banquete.
Por mi parte y con la experiencia que he adquirido con los años, lo ideal es siempre tener muy presente este aspecto en el horario de la boda.
Si tenemos en cuenta las horas de luz natural, las podremos aprovechar al máximo, sacando unas fotos de lo más especiales y únicas.
Tenerlo en vuestra lista de prioridades y todo saldrá rodado el día de vuestra boda.
Y, por favor, ¡no dudéis en preguntarme cualquier cosa que necesitéis sobre este tema!
