Editorial de boda en el pazo de la Pedreira, en Ribadumia, Pontevedra.

La boda de Andrea y Alfonso se celebró en el pazo de la Pedreira, en Ribadumia. Un lugar idílico que fue elegido por la pareja para celebrar una boda íntima, en un escenario donde se cuidó hasta el más mínimo detalle.

Los preparativos de la boda se hicieron en el propio pazo de la Pedreira. El novio apostó por un traje de Ivan Cross, mientras que la novia eligió un vestido romántico y con bordados de primero, y de segundo un vestido de corte clásico, ajustado y con pedrería, perfecto para la noche. Andrea eligió los vestidos de Novia D’art en Triscos Novia, ambos una auténtica preciosidad. Así como una preciosa corona de Charo López Atelier.

La decoración de la boda fue estilo glam, elegante y bonita, donde todo se personalizó a medida para la joven pareja. Concretamente, a cargo de En 2 detalles, que fueron quienes se encargaron de toda la decoración.

Andrea y Alfonso optaron por celebrar una boda íntima en el propio pazo de la Pedreira, un lugar lleno de encanto y donde se cuidó cada pequeño detalle.

Los novios llegaron a la boda en un espectacular coche de la chistera que salió del coche. Es un concepto que gusta mucho y que nos dejó unas fotos muy originales y diferentes.

Tras la llegada, se celebró una sesión de fotos en el propio pazo de la Pedreira. Un lugar mágico y que se decoró a medida para el evento, con un precioso arco de flores y unos enormes candelabros con velas. Un rincón muy elegante y con mucho glamour.

El atardecer nos dejó una puesta de sol con una luz preciosa a su paso, donde las fotos quedaron estupendas.

Una boda íntima con un toque glam.

La boda de Andrea y Alfonso en el pazo de la Pedreira no pudo habernos gustado más, al igual que los aperitivos y el banquete. Todo tenía una pinta buenísima y estaba decorado con un toque actual, elegante, sofisticado y natural. Por supuesto, no faltaron las flores y las luces.

La tarta y la mesa dulce de la boda la hizo chupipostres. Estamos ante un must que no falta en las bodas y que cada vez más novios eligen para endulzar su gran día. Es una forma de picotear antes del banquete y se puede optar por dulce, salada o incluso ambas.

Un banquete donde no faltó la gastronomía gallega.

La mesa se decoró con mucho gusto para la ocasión, con detalles en dorado, copas de vidrio que son tendencia y luces de fondo para que la pareja brillara todavía más.

En ese momento, los novios comieron, bebieron y disfrutaron del día más feliz de sus vidas, con una boda íntima tal y como siempre soñaron y cuya felicidad se puede reflejar en las propias fotos de la boda.

En conclusión, una preciosa boda en la que tampoco faltó el momento del baile.